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jueves, 21 de enero de 2010

03. In the land of the blind, the one eyed man is King.

Pocos golpes duelen tanto como el golpe a la autoestima; y en ese sentido, pocos países tienen una autoestima colectiva —lo admitan o no— tan grande como la argentina. Entre la mejor carne, las mejores mujeres, el mejor fútbol (vamos...) y otros galardones de los que el pueblo argentino se declara poseedor, se encuentra la pertenencia de uno de los autores más grandes de la historieta mundial: Héctor Germán Oesterheld. Éste tipo, que indudablemente forma parte de los mejores guionistas que hubo en la historia del medio, es el creador de El Eternauta, historieta sobre cuya genialidad sobran calificativos. Tanto que es considerada en forma casi unánime la mejor historieta nacional. Pero claro, ¡qué terrible golpe a la autoestima nacional supondría declarar que, en realidad, el mejor comic argentino es obra de un autor paraguayo! Así es, ilusos: llénense la boca con alabanzas (por muy merecidas que sean) a HGO y a Solano López, a Juan Salvo, al Peronismo, a los Montoneros y la reputamadrequeloparió; éste post, así como el galardón de MEJOR HISTORIETA ARGENTA, le corresponden irrevocable y terminantemente a Nippur de Lagash
 
¿Te quedó claro? 

 
Nippur fué creado en el '67 por Robin Wood (no es joda, el tipo se llama así), ávido lector especializado en sumerología, nacido en una colonia australiano-escocesa del Paraguay. Resulta que Wood, luego de trabajar en el obraje de Misiones, se había venido para Buenos Aires a tratar de vivir de guionista. No lo logró en un primer momento, así que subsistía laburando en fábricas del conurbano, viviendo casi en la miseria y de pensión en pensión mientras acudía a la Panamericana de Arte. Ahí conoce a Lucho Olivera, otro fanático de la historia sumeria que ya en aquél entonces laburaba de dibujante, y entre ambos deciden hacer una historia unitaria sobre el tema que les apasionaba, a la cual bautizan Historia para Lagash. Wood, que se había quedado sin un mango después de guionizar el unitario, deja de asistir a la Panamericana, razón por la cual no se entera de que Lucho había logrado vendérselo a la editorial Columba. Así que un día, pasando por un quiosco de diarios mientras pensaba volverse al obraje, Wood ve lo siguiente: 
 
La gloriosa D'artagnan Nº 151. (la imagen se ve como el culo, pero la revista era gloriosa) 

 
Hojéandola, Wood descubre su historieta publicada entre sus páginas. Lleno de ira por el supuesto plagio, se encamina hacia Columba pensando (como diría el buen K) en aplicar VIOLENCIA. De la EXTREMA. Cuál no fue su sorpresa al encontrarse en las oficinas de la editorial con que lo habían estado buscando desde que se publicó Historia..., y que lo aguardaban un cheque a su nombre y la solicitud de guionizar una historieta semanal sobre el Errante. De allí en más, la leyenda: Nippur se publica a lo largo de casi treinta y cinco años y más de cuatrocientas historias, en las cuales desfilan una decena de dibujantes, algunos guionistas suplentes, dos colecciones propias (Nippur Magnum y Colección Clásicos) y las historias más épicas jamás salidas de la pluma de guionista alguno. 
 
Los padres de la leyenda. Click para más datos. 

 
EL COMIENZO DE LA HISTORIA 

Es alrededor del 2300 a.C. La fertilidad de las tierras entre el Buranum —actual Éufrates— y el Tigris da origen a lo que conocemos como Mesopotamia (del griego meso potamós, "entre los ríos"), actual Iraq y cuna de todas las civilizaciones del mundo antiguo; las más representativas de este período son Siria, Babilonia y Sumer. El pueblo sumerio se halla repartido en varias ciudades: Ur, Lagash, Kutalla, Arar, Merem, Uruk, Umma, Akad. La Edad de Bronce estaba en su plenitud, y por el bronce se dirimían todas las cuestiones de la vida política. Las guerras entre ciudades eran constantes y sangrientas. Una de estas ciudades, Lagash "la de blancas murallas", prospera bajo el reinado de Urukagina, rey de las tierras que circundaban el Mar Negro ("el mar sin peces") y el desierto de Elam. Su general, Nippur, es enviado en busca de un hombre gigantesco que fuera avistado por un pastor, sólo para entretener la pereza del obeso monarca. Tras encontrarlo entre los moradores de las cavernas de Ein-Rur, Nippur logra capturarlo y llevarlo prisionero a Lagash; la gran fuerza y la elocuencia de Ur-El (así se llama el gigante) sorprenden al general, quien comienza a tomarle afecto. Al regresar a su ciudad, Nippur se encuentra con que las relaciones entre Lagash y la vecina ciudad de Umma son bastante ríspidas; pero el vil Sumur, sacerdote y consejero de Urukagina, forja una tregua con Luggal-Zagizi, monarca de Umma, erigiéndose de este modo como "artífice" de la paz entre los pueblos. Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que, en el transcurso de las festividades de Ninkarsag (la diosa madre de los sumerios), Sumur se revela como cómplice de Umma y comete por su propia mano el magnicidio de Urukagina. Nippur se cobra dicho regicidio con la muerte, pero las tropas infiltradas del invasor destruyen a su ejército y toman el poder en un golpe maestro hábilmente ejecutado. Es así que Nippur y Ur-El deben huír de Lagash hacia el país de Elam, jurando volver a las blancas murallas y consumar su venganza contra Luggal-Zagizi. Y para sanar sus heridas, los dos amigos se hacen a los caminos sin fin...


El mundo antiguo. Lástima no haber nacido ahí. 

 
LOS PERSONAJES  

Nippur: el Errante, el Incorruptible (llamado así por su tendencia a desdeñar tronos, lo cual hace imposible sobornarlo), y más tarde el Tuerto de Lagash. La personificación de todos los valores nobles del humano: leal, valiente, sincero, justo, honesto, sagaz. Una especie de caballero andante que valora ante todo la libertad y se enfurece violentamente ante la injusticia. Buen bebedor de vino y conquistador de mujeres, un amigo de los mejores en las buenas y una garantía en las malas. Sargón alega haber oído hablar de él "...en Akad, en Tebas, en Creta, en Atenas, en el desierto, en Garth (...), en sumerio, en griego, en fenicio, en cretense, en la lengua de las caravanas y en el dialecto aqueo de las costas." Posee una habilidad de combate inusitada, equiparable a la de Hattusil, el mejor guerrero del mundo antiguo. Sus palabras son como sentencias. Quizás la faceta más interesante de Nippur sea ésa: sin dejar de ser un guerrero, es también un sabio, y su sabiduría va acrecentándose a lo largo de la historia y de sus muchas pérdidas. Un tipo que aprende de cada revés de la vida, cosa que todos deberíamos aspirar a hacer. 
 

Momento Kodak: Nippur desarrollando su actividad principal, SER UN CAPO. (Nótese también la epicidad del dibujo de Zaffino.) 

 
Ur-El: El titán de Elam, "Ur-El-el-de-la-gran-fuerza". En palabras del propio Nippur, "...era gigantesco y sus espaldas más grandes que un escudo de los grandes"; "...lucha como veinte hombres y tiene la fuerza de un carro de combate". Jovial y supersticioso, Ur-El es más impetuoso que Nippur y más "pollerudo", si se quiere. De hecho, por causa de una mujer se convierte en rey de Merem.
Momento Kodak: Ur-El es atacado por unos payasos del desierto. Al verse desarmado, ARRANCA LA JODIDA TRANCA DEL TEMPLO DE LA SIBILA y procede a reeducar a sus contendores a trancazos. Mejor suerte para la próxima, ingenuos. 

 
Karien la Roja: Reina de las Amazonas de la Montaña de la Luna, "la de las flechas con ojos". Magistral arquera, luchadora y asesina (¡faaa!). Como toda amazona, el trato con los hombres le está prohibido; como toda reina, se caga en los convencionalismos y, no sólo desafía todas las leyes de su pueblo casándose en secreto con Nippur, sino que le da un hijo varón (cosa que las amazonas querían cobrarle con sangre, pero los flechazos de la pelirroja las convencieron de quedarse en el molde.) Un minón.
 

Momento Kodak: Instantes después de dar a luz a su primogénito (sin ayuda de nadie), Karien la emprende a flechazos contra sus súbditas amazonas, que pretendían matar a dicho primogénito y de paso a Nippur. Eso les pasa por querer enseñarle a la reina a quién cojerse y a quién no. God save the Queen!



Hattusil: Irascible, cruel, sádico y lacónico, el hitita jorobado es el mejor guerrero del mundo conocido. Al pertenecer al país de Hatti, nación eminentemente guerrera que —al igual que los espartanos— no toleraban las fallas congénitas, Hattusil fue condenado por su deformidad a morir apenas nació; pero una sirviente de su madre logró llevarlo al exilio. Más tarde fue entrenado por Athon, un hermoso tirano (posteriormente muerto a manos de Nippur) que lo ridiculizaba a causa de su joroba; con el afán de derrotarlo, Hattusil entrenó día y noche hasta volverse un guerrero insuperable. Se casa posteriormente con la acaudalada y TERRIBLE PEDAZO DE YEGUA de Inim, y tienen una docena de hijos, guerreros cabrones como él.
Momento Kodak: Hattusil repartiendo leña. ¿Mencioné que es el mejor guerrero del mundo antiguo? 

 
Hiras: Primogénito de Nippur, criado hasta su adolescencia por Hattusil e Inim, es rebelde, sádico e irónico como su "padre adoptivo". Posee una habilidad natural con las armas arrojadizas, preferentemente flechas y cuchillos; además de una especie de telekinesis animal (dale) y la capacidad de experimentar esporádicas visiones. Se resiste un poco a retomar el vínculo padre-hijo al volver Nippur de la campaña que lo alejara más de una década de su primogénito; pero su nobleza termina saliendo a la luz y se convierte en uno de los más fieles seguidores del Incorruptible. 
 
Momento Kodak: Hiras persiguiendo a un traidor, haciendo gala de su habilidad arquerístico-ecuestre.


PERSONAJES HISTÓRICOS Y MÍTICOS 
 
Sargón: fundador del primer imperio conocido (el Acadio) y personaje histórico real. Sargón patesi —gobernante— de Akad, copero del anterior monarca de Kish, gobernó Akad y casi toda sumeria durante 56 años. Un aguerrido líder que tiene ciertas desaveniencias con Nippur, pero que no por ello deja de ser noble y justo cuando corresponde. Sin ser el Incorruptible, es el mejor exponente de rey que aparece en esta historieta, lo cual considerando ciertos monarcas como Luggal-Zagizi y Akhenamón, es mucho decir. 
 
Momento Kodak: Sargón antes de ser rey, demostrando que los candidatos a monarcas de antes tenían las pelotas bien puestas. Obsérvese como deguella a un hombre mientras lo toma de los pelos y en el mismo acto achura a otros dos perejiles, ARMADO SOLAMENTE CON UN CUCHILLO. Actitud.



Teseo: Hijo de Egeo y rey de Atenas, es un personaje histórico pero sus hazañas son profundamente míticas. Wood se encarga de recoinciliarlas con la realidad, haciendo que Teseo, durante la batalla contra los piratas de Skyron, conozca a Nippur y a Ur-El, con quienes más tarde se alía para dar muerte al Minotauro (quien, lejos del mito cretense, es apenas el líder de un decadente culto pagano). En historias posteriores —y bastante anacrónicas— Nippur también lo acompaña en la conquista de Hipólita, la reina amazona; lo busca tras su alejamiento de Atenas (ocasionado en parte por la muerte de su hijo Hipólito, provocada a su vez por el escarnio causado a éste por Teseo tras dar crédito a las falsas acusaciones de su segunda esposa, Fedra) y lo ayuda a recuperar el trono de Atenas de las manos de Menesteo. Todas estos son desajustes históricos menores, comparados con el hecho de que entre la aparición de las civilizaciones sumeria y miscénica hay NADA MÁS Y NADA MENOS QUE MIL OCHOCIENTOS AÑOS DE DIFERENCIA... Pero buéh, es Wood, se le perdona. 
 
Momento Kodak: Teseo versus Hipólita. Nada de ir al cine, salir a comer ni a tomar algo: el Rey Eréctida nos demuestra que a las minas se las conquista venciéndolas en batalla. ¡Winner!



Gilgamesh: Protagonista de la primera epopeya escrita de la humanidad, el mítico (¿o no?) rey de Uruk está representado —por obra de Lucho Olivera, su creador— como un inmortal guerrero ultra-depresivo, más allá de que la verdadera historia no sólo no mencione que Gilgamesh haya alcanzado la inmortalidad que buscaba, sino que detalla en forma bastante clara cuándo murió, quién lo sucedió en su reinado y donde lo enterraron... En fin, aparece en el capítulo "Yo ví a Gilgamesh buscando su muerte", y es descrito por Nippur de la siguiente forma: "...su rostro helado tenía un hálito de grandeza y soledad, una soledad total cobijada en sus pupilas inmemoriales...". Gilgamesh tuvo sus propias historias, en las cuales recordaba vagamente a Nippur mientras vagaba por el cosmos futurístico en pos de recuperar su mortalidad. No eran ni por asomo tan geniales como las del Errante, así que el mejor Gilgamesh se puede hallar en ese genial crossover que mencioné más arriba. 
 
Momento Kodak: Gilgamesh puede parecer emo, pero ya te quiero ver a vos si fuiste inmortal tanto tiempo que ves una mina y ya te imaginás su cadáver. ¡Un antidepresivo por ahí! 

 
Luggal-Zagizi: El villano de la historia —cuyo nombre es escrito más comúnmente Lugalzagesi—había resultado ser también un personaje histórico real, en este caso el primer ensi (gobernante de esas ciudades estado de la edad antigua, como Lagash y Umma) en unificar toda Sumer. Más tarde se engolosinó con sus victorias militares y pretendió edificar el primer imperio conocido. De todos modos, Sargón se encargaría de bajarle los humos unos años más tarde, llevando a cabo en el proceso su propia ambición y terminando con lo que conocemos como Era Dinástica. Cebollitas Subcampeón, Luggal... 
 
Momento Kodak: Como es el malo lo ponemos en un momento humillante. Acá vemos la cara de cagón que pone al advertir que se le viene la noche y que las tropas de Nippur están asediando Umma. Mejor suerte para la próxima, ingenuo (x2). 

 
Ramsés: Si bien es muy difícil de encontrar la relación entre el personaje histórico y el ficcional, sobre todo porque la detallada historia egipcia evidencia claramente que Rajhotep y Ramsés eran diferentes personas, lo cierto es que según Wood ambas figuras reales están unificadas en este personaje. De todos modos, historia y ficción coinciden en describir a Ramsés como un hombre de cuna militar, que llegó a ser el visir del anterior Faraón (según la historia, Horemheb; según Wood, Akhenamón) y general de sus ejércitos. Sin embargo, no sólo discrepan ambas fuentes en su advenimiento al poder (aunque obviamente es más entretenida la versión de Wood, que involucra una invasión hicsa), sino también en su físico, ya que el autor de Nippur decide alegremente despojarlo de una mano. Y buéh... Curiosidad: No sé bien si durante el comic se narra qué sucedió con Ramsés luego de que Nippur lo coronara, pero en la historia real, Ramsés murió apenas 16 meses (ugh) después de iniciar su reinado... Lo bueno (o no) es que, luego de su hijo Seti, lo sucedió su nieto Ramsés II, más conocido por ser el "Faraón" bíblico, o sea, el de Moisés y toda la bola... 
 
Momento Kodak: Retrato de Ramsés. Nada para decir, sobre todo porque no sé qué decir. ¡Bah!




CONCLUSIONES, RECOMENDACIONES Y EPÍLOGO


¿Qué condiciones debe reunir una historieta para volverse un clásico? Digo, aparte de las obvias, un buen guión y un buen nivel gráfico. Probablemente el mayor éxito de cualquier obra de arte recaiga en lograr la trascendencia, no tanto en términos de reconocimiento, sino como la capacidad de trascender el tiempo y de ser disfrutable en cualquier momento de la historia. Eso sí: Es una lástima tener que disentir con el gran Carlos Trillo, quien opinaba que “…cuando una obra atraviesa el tiempo sin perder vigencia, es porque permite a quienes se acercan a ella una lectura que se adecua a la época en que se está viviendo”. Yo creo que una gran obra no necesita adecuarse a nada. Las grandes obras son tan poderosas que en cualquier época dan una respuesta apropiada; o en otras palabras, hacen que los tiempos se adapten a ellas.  

Siguiendo con el ejemplo introductorio: El Eternauta es una excelente obra, pero cada vez más va siendo necesario acompañar su lectura con algún texto de análisis sobre la vida de HGO, o algún libro de historia reciente, o un amigo peronista… Más allá de que el propio Solano López haya afirmado que durante la creación del primer Eternauta (una remake posterior corrió por cuenta de Breccia) no tenían tiempo de concentrarse en la militancia política, toda obra de Oesterheld está fuertemente teñida por sus convicciones; convicciones que cada vez se vuelven más anacrónicas por ser propias de un momento histórico particular del país, y no del todo aplicables al período actual (y los subsiguientes); y sin cuyo conocimiento el lector casual se queda apenas con la mitad de la obra. Amén de que las nuevas generaciones nada saben ni quieren saber sobre Perón, los Montoneros, el Proceso y la mar en coche. Me ahorro acá el lugar común de cavilar sobre si un pueblo que desconoce su historia está o no condenado a repetirla.

En cambio Nippur, gracias a desarrollar su trama en un momento histórico tan distante del lector, puede darse el lujo de tocar todos los temas y abarcar dentro de sí cualquier convicción, cualquier ideología. El que lee Nippur puede tomar cualquier enseñanza de la obra sin que ésta esté viciada por parcialidades. Nippur es una historieta que habla de la valentía, el honor, la sabiduría, la humildad, la nobleza, el poder, la soberbia, la traición, el odio, el amor, la vida, la muerte. Esas cosas, a diferencia de los estandartes políticos, nunca pasan de moda.
 


¿Se te ocurre una manera mejor de deletrear tu nombre que con violentas espadas?





Yo leía largamente la D’artagnan, la Fantasía y El Tony hace ya muchos años, cuando todavía se conseguían en cualquier puesto de diarios. Pasó bastante tiempo hasta que Clarín, seguramente por error, sacó una —para variar— decente recopilación, durante la primera Biblioteca Clarín de la Historieta. Aunque eso sí: con la pésima edición que los caracteriza, y entre medio de bodrios insoportables como el somnífero Llanero Solitario y la peor recopilación de Batman jamás hecha (en la que sólo zafa la magistral The Killing Joke, de la que ya hablaré alguna vez). Dicha edición cuenta también con un texto introductorio de Martín Caparrós, en el que el autor compara a Nippur con Phillip Marlowe, a Robin Wood con Roberto Artl y a Akhenamón con el gobierno de Perón e Isabel, entre otras payasadas. Más allá de estos disparates, el precio y la buena selección de historias hace de este tomo una buena elección para aquellos que quieran empezar a leer las historias del Errante. El resto, en Taringa nomás.
 

Para más información sobre Nippur la recomendación es unívoca: el site Blancas Murallas. Su creador, Ariel Avilez, es prácticamente una enciclopedia con patas sobre la obra de Wood, hasta el punto que parte de los textos introductorios de la edición de Clarín, pese a estar firmados por gente de la ralea de Accorsi y Muñoz, está tomada de su página. Yo mismo tomé para este post la imagen de la D’artagnan Nº 151 (pero todos los textos son de mi autoría, eso sí), inconseguible por cualquier otro medio. Le agradezco aquí y ya lo haré más tarde por mail.

Update: El Sr. Avilez, en un acto de bonhomía y buena onda sin límites, ha tenido a bien cederme ¡imágenes originales de la D'artagnan 151!, las cuales, por supuesto, me reservo egoístamente para mí.

 
Epílogo: Las casualidades de la vida me han llevado a encontrarme dentro de mi facultad con dos personas que se interesaron en este post del carajo. Una de ellas, un gran conocedor de historietas viejas, relatos de terror y motocicletas; la otra resultó ser la hija de Ricardo Ferrari, uno de los guionistas que colaboraron con Wood en varios episodios, entre ellos una de mis favoritos, La Columna de los Buitres (por el power trío Wood-Ferrari-Zaffino). Así, queda nuevamente demostrado que el mundo es un pañuelo… un pañuelo infecto, manchado de sudor y sangre, y contaminado con Gripe A, pero un pañuelo al fin. Eso no quita que aún haya lugar en él para charlas agradables como las que tuve con Luciana y Sergio mientras iba elaborando este monumental post que seguramente a nadie le importe. Realmente me sacaron una sonrisa por su buena onda y me dieron la sensación de que al hacer este texto iba por el buen camino, aún cuando tuvo que pasar más de un mes e incontables correcciones para que lo termine. Un abrazo, y hasta la vuelta.


A todos los demás: si no leyeron Nippur, léanlo. Si no les interesa leerlo: payasos. Sigan comprando shoujo pajero de Mayu Shinjo o leyendo Diógenes y el Linyera en la contratapa del Clarín.
 


Hasta luego, hombre de Lagash.






"…He escrito estas tablillas para que el que las lea, en la época que sea, sepa que la libertad ha sido siempre el fruto más anhelado de las siembras humanas y el menos cosechado. Yo, Nippur, príncipe de Lagash, al que llaman “el errante”, relato esta historia para que los hombres no olviden."